Picos del Fontán
Actividad de montaña que permitirá ascender en travesía a la cota más elevada del macizo de las Ubiñas
Iniciamos la actividad en Torrebarrio, tomando la pista que nos encamina hacia el refugio libre de la Becerrera. Después de avanzar durante cuatro kilómetros, ascendiendo de manera gradual, llegamos al arroyo de los Muriales. Lo atravesamos y desviamos nuestra mirada hacia el imponente canchal que se alza ante nosotros.
Siguiendo trazas de sendas, nos acercamos a la canal del Fontán y comenzamos a ascender la empinada pendiente sin un camino claramente definido. Cuando la canal se estrecha, giramos a la izquierda y seguimos una senda que se revela ante nosotros. Siguiendo los hitos con determinanción, alcanzamos la cumbre del Prao Fontán (2.357 m). La cima nos obsequia con las primeras panorámicas de la majestuosa vertiente asturiana del macizo.
Siguiendo la ruta, descendemos de la cumbre hacia la horcada del Fontán (2311 m) y nos enfrentamos a una corta trepada que vencemos sin dificultad. Una vez superada, entramos en una zona considerablemente más cómoda para caminar. Rápidamente, alcanzamos, primero, el pico del Fontán Norte (2.409 m) y, tras unos minutos, el pico del Fontán Sur (2.415 m). Esta elevación marca el punto culminante tanto del macizo como del municipio de Quirós.
Iniciamos el descenso con un corto destrepe hacia el canalón del Buey (2352 m). Con precaución, descendemos los 200 metros de la pronunciada canal, que presenta un estado lamentable. En la base, seguimos la senda de los hoyos de Cueva Palacios y ascendemos hacia la horcada del Portillín (2059 m). Desde este punto, y con una panorámica que incluye el refugio del Meicín a vista de pájaro, comenzamos el descenso hacia la vega. Una vez en el refugio, seguimos el camino de verano que nos conduce finalmente a Tuiza de Arriba.
Parque natural de Las Ubiñas-La Mesa
Comprende un territorio de montaña con relieve de pronunciados contrastes, del que destaca el macizo de las Ubiñas. Los valores ambientales que definen al parque son la diversidad biológica que presenta y su magnífico estado de conservación. En su superficie se encuentran ejemplos de más de la mitad de las familias vegetales asturianas. La fauna cantábrica se encuentra representada con especies como el oso pardo, el rebeco, el lobo o el zorro.