Peña Ubiña
Actividad de montaña que permitirá alcanzar el segundo punto más elevado del macizo de las Ubiñas
Comenzamos la travesía en el pueblo lenense de Tuiza de Arriba, punto de inicio y/o final de alguna de las actividades más bellas de la cordillera Cantábrica. Por el denominado «Camino de verano» alcanzamos cómodamente el nuevo refugio del Meicín (1550 m). Tras una pausa en el refugio, ponemos rumbo a la Horcada del Portillín. Primero por pradera, y posteriormente por senda, llegamos a la fuente Bachao (último punto de abastecimiento de agua).
En este punto abandonamos la senda de la Horcada y giramos a la izquierda, tomando un camino muy marcado. Sin demasiado esfuerzo, salvamos progresivamente desnivel por la base de los Picos del Portillín hasta alcanzar el Planón (1986 m).
Después de un breve descanso, mantenemos el rumbo en dirección al collado del Arco. Alcanzada la base del pico del Arco, abandonamos el camino y giramos a la izquierda. Siguiendo una estrecha senda, llegamos al Prao Capón (2171 m). A pesar de ofrecer bonitas vistas, se trata de una cumbre que despierta poco interés a los montañeros.
Partimos de la cumbre para iniciar la ascensión a nuestro verdadero objetivo. Sin apenas perder altitud, cresteamos hasta encontrarnos con un muro que salvamos por la vertiente leonesa. Se trata del punto de mayor exigencia de toda la ascensión. Con serenidad y utilizando las manos, nos ayudamos de los hitos para seguir el itinerario correcto. Una vez superadas las dificultades de este tramo, continuamos siguiendo los hitos para salvar los últimos 200 metros hasta la cumbre.
Con sus 2411 metros, peña Ubiña es la segunda cumbre más elevada del macizo. Las vistas que nos ofrece alcanzan desde Somiedo y Babia hasta los Picos de Europa, así como numerosas sierras de Asturias.
Descenso
Comenzamos el descenso, por su acceso más amable, recorriendo la arista hasta llegar a la cumbre sur (2374 m). Continuamos ligeramente hacia la izquierda, ayudándonos de las manos en varios puntos, hasta que la presencia de roca desaparece. Proseguimos perdiendo altura por senda marcada para finalizar la loma en el collado del Ronzón (1978 m).
Una vez en el collado, tomamos un marcado camino por el que, poco a poco, perdemos altura y llegamos al corral de los Cuetos. Continuamos por la misma vereda hasta desembocar en una pista que nos lleva a Torrebarrio.