Peña Cerreos
Actividad infantil y juvenil de senderismo en el Parque Natural de Babia y Luna
Nos desplazamos al municipio de San Emiliano, Parque Natural de Babia y Luna, para ascender a la peña Cerreos. El punto de partida de la actividad se encuentra en el aparcamiento de Casa Mieres (1600 m).
Comenzamos la ruta dejando atrás el abandonado refugio ganadero para introducirnos en el valle de la Alcantarilla. Durante nuestros primeros pasos bordeamos el embalse homónimo, al máximo de capacidad en esta época del año. En la encrucijada de los valles Angosto y María Delgado, tomamos el de la izquierda y faldeamos la peña Cabello. Alcanzado un pequeño collado (1711 m), descendemos unos metros al extremo de la vega Candioches, paraje conocido como los Ollones. Desde aquí, remontamos por buena senda hasta encontrarnos con el Paso Estrecho, hendidura natural en la roca caliza que cruzamos sin dificultad ayudándonos de las manos.
Superado el muro, accedemos al valle de Riotuerto y lo recorremos hasta llegar a la fuente la Panalona. A continuación, giramos a la derecha para remontar al collado Terreros (1886 m), a los pies de peña Ubiña. Alcanzado el collado, divisoria de las provincias de León y Asturias, comenzamos la subida a la cumbre. Se trata de un ascenso corto, pero continuo, por una zigzagueante senda que culmina en la peña Cerreos (2111 m). En la cumbre aguardan viejas trincheras de la Guerra Civil y vistas a buena parte de Asturias.
Parque Natural de Babia y Luna
Constituye una excelente representación de los ecosistemas de la cordillera Cantábrica. El macizo calizo de Peña Ubiña destaca desde el punto de vista geomorfológico, ecológico y paisajístico. Destacan el gran valor y la elevada diversidad de su vegetación, motivada por sus grandes variaciones orográficas y litológicas, en la que llaman la atención diversas comunidades de alta montaña e interesantísimas turberas y humedales. Alberga una rica y singular flora entre la que sobresalen ciertas especies endémicas y especies con gran interés biogeográfico. La variedad vegetal motiva la elevada riqueza en especies de fauna. Entre ellas, destaca la presencia esporádica del oso pardo cantábrico.