Pico del Lago

Iniciamos nuestra travesía desde el puerto de las Señales (1627 m), tomando la pista que conduce a la mina Escarlati. Recorridos unos 200 metros, giramos a la derecha y abandonamos la pista. Aquí, dejamos las pequeñas lagunas de Valdecarrín a nuestra izquierda y el pico Remelende a nuestras espaldas.

Siguiendo trazas de senda entre árboles, ascendemos con rapidez para ganar en poco tiempo la arista noroeste (1780 m). Desde este punto privilegiado, nos deleitamos con la panorámica del pinar de Lillo. Ante nosotros, uno de los bosques de pino silvestre más relevantes y mejor conservados en la cordillera Cantábrica. Con la cumbre en nuestro horizonte, continuamos elevándonos por la arista sin esfuerzos hasta el pico del Lago (2009 m).

Comenzamos el descenso por la empinada ladera sur en dirección a la laguna de Tronisco. La pronunciada pendiente requirie atención si nos encontramos con nieve. Al llegar a la laguna la pendiente se suaviza, permitiendo que nuestro descenso sea más cómodo y relajado.

Alcanzado el camino del collado de Tronisco, nos adentramos en el hermoso valle de Tronisco. Siguiendo el curso del valle, descendemos gradualmente, pasando por un refugio libre, hasta cruzar el arroyo (1380 m). Posteriormente, emprendemos un ascenso a través del hayedo de Tronisco para elevarnos al collado de Fontesquera (1549 m), dando vista al valle de la Fuentona.

En el collado, iniciamos el descenso por la ladera sur del monte la Canalina, dirigiéndonos hacia la majada Fontequera. En este punto, evitamos el camino de la derecha que nos conduciría a Cofiñal y continuamos descendiendo hasta el arroyo de la Fuentona (1270 m). Recorremos un tramo del sendero PR-LE 29 Picos de Mampodre y llegamos a un cruce donde tomamos el camino de la derecha, que nos lleva a Cofiñal.

Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre

El parque engloba un extenso territorio de montaña de la cordillera Cantábrica, situado en el noroeste de la provincia de León, en las cabeceras de los ríos Esla, Porma y Cea. Presenta zonas montañosas, lagos glaciares y profundos valles fluviales, a menudo muy encajonados, donde se mantienen bosques de ribera bien conservados. Los bosques caducifolios dan paso a las montañas, destacando: los picos del macizo de Mampodre, Peña Ten o el Coriscao.